La fotografía pretende captar la realidad, lo bello, o lo que queremos recordar. La fotografía más allá de su belleza nos hace cuestionarnos y plantearnos una serie de preguntas. Sino lo consigue sólo será una hermosa imagen más, relegada a ser únicamente observada y olvidada, como otras imágenes que acostumbramos a mirar, pero no nos fijamos, no las vemos. La fotografía es el arte de VER al mirar.
viernes, diciembre 16, 2011
miércoles, diciembre 14, 2011
lunes, noviembre 28, 2011
lunes, noviembre 21, 2011
Desde la playa veo tus encorvados dedos que me llaman,
Paréceme que rehusas alejarte sin haberme acariciado.
Tenemos que hacer juntos un paseo; aguarda que me des-
vista;
Llévame pronto hasta perder de vista la tierra,
Méceme en tus muelles cojines, desvanéceme en el colum-
pio de tus ondas,
Salpícame de amoroso líquido, yo haré lo mismo, contigo.
Mar de desplegadas olas,
Mar que respiras con un jadeo largo y convulsivo,
Mar de la sal de la vida y de las tumbas que ninguna pala
abre (y no obstante, siempre prontas),
Que ruges y te abalanzas en las tempestades, mar capri-
choso y adorable;
¡Yo soy consubstancial á ti, yo también soy de una sola
faz y tengo todas las fases!
(Walt Whitman)
Paréceme que rehusas alejarte sin haberme acariciado.
Tenemos que hacer juntos un paseo; aguarda que me des-
vista;
Llévame pronto hasta perder de vista la tierra,
Méceme en tus muelles cojines, desvanéceme en el colum-
pio de tus ondas,
Salpícame de amoroso líquido, yo haré lo mismo, contigo.
Mar de desplegadas olas,
Mar que respiras con un jadeo largo y convulsivo,
Mar de la sal de la vida y de las tumbas que ninguna pala
abre (y no obstante, siempre prontas),
Que ruges y te abalanzas en las tempestades, mar capri-
choso y adorable;
¡Yo soy consubstancial á ti, yo también soy de una sola
faz y tengo todas las fases!
(Walt Whitman)
miércoles, noviembre 16, 2011
En las largas noches
del helado invierno,
cuando las maderas
crujir hace el viento
y azota los vidrios
el fuerte aguacero,
de la pobre niña
a veces me acuerdo.
Allí cae la lluvia
con un son eterno;
allí la combate
el soplo del cierzo.
Del húmedo muro
tendida en el hueco,
¡acaso de frío
se hielan sus huesos...!
(G.A.Becquer)
del helado invierno,
cuando las maderas
crujir hace el viento
y azota los vidrios
el fuerte aguacero,
de la pobre niña
a veces me acuerdo.
Allí cae la lluvia
con un son eterno;
allí la combate
el soplo del cierzo.
Del húmedo muro
tendida en el hueco,
¡acaso de frío
se hielan sus huesos...!
(G.A.Becquer)
lunes, noviembre 14, 2011
viernes, noviembre 11, 2011
jueves, noviembre 10, 2011
miércoles, noviembre 09, 2011
lunes, noviembre 07, 2011
miércoles, noviembre 02, 2011
lunes, octubre 31, 2011
Era un suspiro lánguido y sonoro
la voz del mar aquella tarde... El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.
Pero su seno el mar alzó potente,
y el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.
Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,
para mi amarga vida fatigada...
¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar nada...!
(Manuel Machado)
la voz del mar aquella tarde... El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.
Pero su seno el mar alzó potente,
y el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.
Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,
para mi amarga vida fatigada...
¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar nada...!
(Manuel Machado)
domingo, octubre 30, 2011
Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
Oigo sus oscuras imprecaciones,
Contemplo sus blancas caricias;
Y erguido desde cuna vigilante
Soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
Por quienes vivo, aun cuando no los vea;
Y así, lejos de ellos,
Ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
Roncas y violentas como el mar, mi morada,
Puras ante la espera de una revolución ardiente
O rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
Cuando toca la llora de reposo que su fuerza conquista.
Tú, verdad solitaria,
Transparente pasión, mi soledad de siempre,
Eres inmenso abrazo;
El sol, el mar,
La oscuridad, la estepa,
El hombre y su deseo,
La airada muchedumbre,
¿Qué son sino tú misma?
Oigo sus oscuras imprecaciones,
Contemplo sus blancas caricias;
Y erguido desde cuna vigilante
Soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
Por quienes vivo, aun cuando no los vea;
Y así, lejos de ellos,
Ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
Roncas y violentas como el mar, mi morada,
Puras ante la espera de una revolución ardiente
O rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
Cuando toca la llora de reposo que su fuerza conquista.
Tú, verdad solitaria,
Transparente pasión, mi soledad de siempre,
Eres inmenso abrazo;
El sol, el mar,
La oscuridad, la estepa,
El hombre y su deseo,
La airada muchedumbre,
¿Qué son sino tú misma?
Por ti, mi soledad, los busqué un día;
En ti, mi soledad, los amo ahora.
En ti, mi soledad, los amo ahora.
(Luis Cernuda)
jueves, octubre 27, 2011
lunes, octubre 24, 2011
sábado, octubre 22, 2011
miércoles, octubre 19, 2011
martes, octubre 18, 2011
viernes, octubre 14, 2011
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